Yachting Edition: Carlex Design perfecciona el Rolls-Royce Cullinan

Casi ningún vehículo de nuestro tiempo tiene una presencia comparable en el paisaje urbano como el Rolls-Royce Cullinan. El SUV de lujo de Goodwood se eleva por encima de los automóviles corrientes no sólo por sus imponentes dimensiones, sino también por su aspecto majestuoso y seguro de sí mismo: la poderosa parrilla del radiador Pantheon y el diseño plano de la carrocería hacen que el Rolls-Royce destaque aún más entre los SUV nobles de lo que sería inevitable de todos modos con sus 5,34 metros de longitud, más de 1,83 metros de altura y bastante más de dos metros de anchura.

 

Carlex Design ha ido un paso más allá, ya que los expertos en tuning de lujo han transformado el Cullinan en una Yachting Edition por encargo de un cliente. El exterior bitono se ha texturizado en la parte inferior, lo que acentúa aún más la longitud del vehículo con finas líneas horizontales: este aspecto único se ha conseguido cepillando la pintura a mano. El invernadero, el capó y la parrilla Pantheon, por su parte, brillan en negro clásico, que también ocupa una línea Coach Line en la vista lateral. Las llantas plateadas en formato de 22 pulgadas redondean el lujoso aspecto. «¿Aún sigues buscando coches segunda mano Sevilla en Google para encontrar tu coche ideal

 

El interior bicolor del Yachting Edition es al menos tan especial como el exterior: el cuero color crema y perforado se une a las superficies nobles en marrón claro, y los símbolos marineros están grabados en varios lugares. Los pilares están tapizados en Alcántara de colores a juego, al igual que el revestimiento del techo, y contribuyen a que incluso los dedos que buscan curiosamente puntos débiles sólo puedan tener experiencias hápticas agradables. Pero quizá el detalle más loco sean las «alfombrillas» de la parte trasera, ya que se han sustituido por paneles de madera que aportan definitivamente el aire de un yate de lujo a bordo del SUV de lujo.

 

Carlex Design no introduce cambios en la tecnología del Rolls-Royce Cullinan: El tren motriz, caracterizado por el BMW V12 N74, y el chasis, que ha sido afinado a la perfección en innumerables pruebas de conducción, no dan motivos ni siquiera a los clientes más exigentes para esforzarse por una mayor individualización.

 

Por supuesto, no siempre tiene que ser Rolls-Royce: Carlex Design también ha ideado una emocionante conversión para el BMW X6 M.