Érase una vez, no hace tanto tiempo, los superdeportivos eran esos exóticos apenas manejables. Carrocería plana, difíciles de subir y bajar y una pesadilla en el día a día. Apenas unos años después, el Audi RS Q8 es la contrapartida moderna. Un superdeportivo que se ajusta a la imagen de los tiempos. Un SUV con un martillo a vapor bajo el capó. En el concesionario Crestanevada de coches ocasión Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.
Las cifras clave del Audi RS Q8
En resumen, el Audi RS Q8 mejora allí donde los antiguos superdeportivos no conseguían puntuar. Cómodo en el día a día, incluso súper fácil de subir y bajar, y no menos con la ya típica carrocería SUV. Pero en cuanto a velocidad y dinámica, no tiene nada que envidiar a los antiguos exóticos. Un V8 biturbo de 4 litros con unos asombrosos 600 CV (800 Nm) proporciona, si tu cartera te lo permite, una propulsión apenas sin fin. Es posible alcanzar un máximo de 305 km/h. Es casi absurdo querer conducir tan rápido en un vehículo tan enorme, de casi 2,3 toneladas. Pero Audi asegura que se ha hecho todo lo posible para evitar gotas de sudor en la frente gracias a la aerodinámica y, no menos importante, a la dirección a las cuatro ruedas de serie.
En la primera prueba no se pudo saborear la Vmax, pero sí las cualidades en curvas. También hay que añadir que es mejor utilizar el freno cerámico opcional cuando se conduce a gran velocidad. Es lo que necesita un coche grande si se quiere frenar fuerte y a menudo. También ahorra unos discretos 34 kilogramos de peso. Lo absurdo que es el coche sólo se pone de manifiesto cuando lo desafías en algunas curvas. Aceleración brutal tras un breve lag del turbo, gran dinamismo en curvas y un sistema de frenado que reordena los órganos. Más información en nuestro reportaje de conducción en vídeo.
En teoría, nadie necesita un vehículo así. Hay deportivos para los rápidos y todoterrenos para los tranquilos. Pero desde el punto de vista de la ingeniería, es extraordinario lo que ahora es posible. El Audi RS Q8 es un vehículo que apenas se diferencia del Q8 normal en la conducción diaria. Sin embargo, sale a toda velocidad con sólo pisar un pedal, y también en las curvas, como si tuviera que escapar de un apocalipsis zombi después de un entrenamiento de fútbol.