Es cierto que, teniendo en cuenta el sistema fiscal vigente y la dura aplicación del malus ecológico a los vehículos particulares, puede parecer sorprendente que las pick-ups no estén sujetas a él (ni al TVS), ya que se consideran vehículos comerciales. Esto ha permitido que este segmento crezca con fuerza en los últimos años en el país (aunque Renault no haya conseguido beneficiarse de ello con su Alaskan). La mayoría de los modelos se libran de un malus de 10.500 euros, ¡a diferencia de los SUV y 4×4 más grandes! Como resultado, con casi 20.000 pick-ups vendidas, el Estado vio una pérdida de ingresos de unos 210 millones de euros.
¿Es culpa de los particulares?
Por supuesto, la recogida es un mal absoluto desde el punto de vista ecológico. Es pesado, consume más… Todo depende del contexto en el que se utilice, puntualiza Crestanevada Madrid. Para muchos profesionales, es un vehículo especialmente eficaz. Sin embargo, muchos particulares han aprovechado la exención de la sanción ecológica y han adquirido camionetas de doble cabina para poder circular por la ciudad con sus familias sin aprovechar la excepcional capacidad de carga del vehículo, salvo para ir de vacaciones.
Miles de profesionales serán penalizados y se encontrarán con que en poco más de dos meses el Ford Ranger, el Volkswagen Amarok o el Izizu D-Max se ofrecerán hasta 10.500 euros más, al menos en las versiones de doble cabina. Un pensamiento especial también para AGT, que anunció el pasado mes de marzo que se convertiría en el distribuidor de Dodge y, en particular, del RAM 1500. No obstante, el legislador diferencia entre el uso profesional y la conveniencia personal manteniendo la exención de malus a la versión de cabina única en la que pueden embarcar como máximo 3 personas.