El Skoda Karoq se ha consolidado en el mercado. Por último, pero no por ello menos importante, Skoda es conocida por sus ideas «simplemente ingeniosas», que ninguna otra marca del grupo ofrece. Tras la primera prueba con el Karoq 1.5 TSI, llegó el momento de dar una vuelta con la variante 2.0 TDI de tracción total. Y al final, surge la sencilla pregunta: ¿gasolina o gasóleo? Informe de conducción. ¿Sabías que Crestanevada compra tu coche con la mejor tasación online del mercado?
El rascador de hielo en el tapón del depósito de combustible es sencillamente ingenioso, al igual que la pequeña papelera en el compartimento lateral de la puerta -aquí también encontrarás gomas elásticas para sujetar objetos grandes en su sitio, la consola central con pomos para abrir botellas fácilmente con una sola mano, así como las numerosas redes, opciones de sujeción, ganchos y la alfombrilla reversible del maletero. En el caso especial del Skoda Karoq, también hay una característica que no necesitas necesariamente a primera vista, pero una vez que la tienes, no querrías estar sin ella: el sistema de asientos Varioflex.
El Karoq viene de fábrica con una banqueta trasera clásica. Sin embargo, también puede canjearse por tres plazas individuales al módico precio de 390 euros. La particularidad es que los tres asientos individuales pueden desmontarse por completo. El Karoq con Varioflex añade así otros 200 litros de volumen de carga. El mecanismo tampoco es complicado, sino tan ingenioso y sencillo como la propia idea. Pero eso solo no es suficiente para un Skoda, porque quitando el asiento central, los dos asientos exteriores se pueden desplazar hacia el centro, creando un espacioso 4 plazas.
El Karoq 2.0 TDI 4×4 como tal tiene la particularidad de que su motor de 150 CV (340 Nm) puede dar bastante más de sí que los motores de gasolina. Puede remolcar exactamente 2.000 kilogramos sin problemas, e incluso a plena carga, no es una tarea insuperable gracias al decente par motor. En el caso del coche de pruebas con neumáticos de 18 pulgadas, puede incluso conducirse exactamente según el consumo estándar con 5,1 a 5,5 l/100 km.
Al mismo tiempo, los regímenes de suspensión y amortiguación suelen estar más cómodamente ajustados. En otras palabras, es algo más suave en carretera que, por ejemplo, el Seat Ateca de idéntica construcción. Sin embargo, la cuestión de la propia unidad sólo puede responderse individualmente. Aquellos que lleven un remolque o busquen par motor y conduzcan a menudo largas distancias simplemente estarán más contentos con el 2.0 TDI. Si sólo quieres que el Skoda Karoq cubra distancias cortas y lo usas menos como remolcador y más como transportador familiar para el día a día, puedes optar con seguridad por el motor de gasolina con 150 CV.