Tras las mejoras de rendimiento de los grandes motores, Hartge se ocupa ahora también de los diésel de gama básica. En BMW, la gama comienza con el BMW 116d de 115 CV, cuyo motor de 2,0 litros también se utiliza en el BMW 316d. Algo más de potencia ofrecen los BMW 118d y 318d, que producen 143 CV de fábrica y, por tanto, tienen más potencia que un BMW 320d E46 antes de su lavado de cara.
Mientras que el 320d ha alcanzado entretanto los 184 CV, las variantes de entrada de gama x16d y x18d siguen permitiendo una locomoción sensata. No cabe duda de que estos motores no arrancan ningún árbol, pero para el tráfico cotidiano ofrecen prestaciones bastante suficientes y, por supuesto, un bajo consumo de combustible, aunque las cifras de fábrica estén apenas por debajo de las de las variantes N47 más potentes.
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Hartge lleva ahora cada una de las variantes mencionadas hasta el nivel de la etapa de expansión más grande: el 116d y el 316d producen 143 CV tras la revisión en Beckingen, los modelos 118d y 318d llegan a 171 CV. Por supuesto, la puesta a punto para la variante N47 de 143 CV también se ofrece para el BMW X1 xDrive18d y el X1 sDrive18d de tracción trasera.
Por el aumento de 28 CV en los modelos x16d, Hartge pide 1.275 euros, por el aumento de 28 CV en los modelos x18d, 1.370 euros. Por cierto, por 1.420 euros, los clientes con la versión anterior de 122 CV de los 118d y 318d también obtienen un aumento de potencia hasta 147 CV.