Después de que Marco Wittmann ya marcara muchos buenos tiempos en los test para la temporada 2014 del DTM, siguió su buena actuación preparatoria con acción en Hockenheim. En la clasificación, solo fue superado por el piloto de Audi Adrien Tambay, y en la carrera se puso en cabeza a las pocas vueltas y ya no la abandonó hasta el final.
Sin embargo, la victoria en el circuito de Hockenheim no solo supuso el primer triunfo de Marco Wittmann en el DTM, sino que su equipo RMG tampoco había ganado una carrera antes. El alivio y la alegría fueron correspondientemente grandes cuando el estreno de la temporada 2014 fue un éxito tan brillante:
También hay que mencionar que fue un debut casi perfecto para el nuevo BMW M4 DTM – el nuevo coche de carreras también celebró su debut en Hockenheim después de todo. Además del ganador Marco Wittmann, Timo Glock, Bruno Spengler, Martin Tomczyk, Augusto Farfus y Joey Hand puntuaron en el DTM M4, lo que dio a BMW el liderato en la clasificación de constructores nada más comenzar la temporada.
Marco, ¿cómo te sientes después de este triunfo histórico?
Marco Wittmann: «Ha sido una carrera perfecta para nosotros. Mi Ice-Watch BMW M4 DTM ha funcionado de maravilla. Ya fue así durante las pruebas de Hockenheim. Y hemos sido capaces de aprovechar a la perfección el buen rendimiento de allí. Ganamos la primera carrera con el nuevo BMW M4 DTM, fue el triunfo número 60 para BMW y el primero para mi equipo BMW RMG. No podría haber pedido más para el inicio de la temporada del DTM.
¿Cuál fue la clave del éxito?
Wittmann: «En primer lugar, era muy importante ser segundo en la parrilla en la sesión de clasificación y luego adelantar a Adrien Tambay lo antes posible en la carrera para tener una carrera despejada. Así pude aprovechar al máximo el neumático blando opcional. No perdí tiempo en la pista. Eso fue crucial y la razón por la que crucé la línea de meta con una gran ventaja».
¿Cómo vivió las últimas vueltas antes de la meta, cuando se dirigía hacia el triunfo?
Wittmann: «En las últimas vueltas seguí totalmente concentrado y estuve en estrecho contacto por radio con mi equipo para saber en todo momento cuánta distancia tenía con mis perseguidores. Mis principales rivales llevaban los neumáticos más blandos y, por tanto, más rápidos, en la segunda mitad de la carrera. Hacia el final, me di cuenta de que no estaban tan cerca. Lo único que me importaba era mantener la calma, no cometer errores y llevarme la victoria a casa. Me siento muy bien».
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